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Letanía de las Santas Llagas

Letanías a las Santas Llagas

La Letanía de las Santas Llagas: un camino de amor y redención

La Letanía de las Santas Llagas es una oración profundamente espiritual que nos invita a meditar en el sacrificio redentor de Cristo. Cada invocación de esta letanía nos acerca al misterio del amor incondicional que Jesús demostró en su pasión y muerte, al ofrecer su vida por la salvación de toda la humanidad.

Esta oración está especialmente vinculada a la devoción de las Santas Llagas, promovida por Santa María Marta Chambon, quien recibió revelaciones de Jesús sobre el poder espiritual y redentor de sus llagas. Al rezar esta letanía, entramos en contacto con el misterio de la cruz, transformando nuestro dolor y sufrimiento en un acto de confianza y esperanza en la misericordia divina.

El origen de la devoción a las Santas Llagas

La devoción a las Santas Llagas tiene sus raíces en las Escrituras y en las experiencias místicas de varios santos a lo largo de la historia. Entre ellos destaca Santa María Marta Chambon, una religiosa francesa del siglo XIX, a quien Jesús reveló la importancia de sus llagas como una fuente de gracia y misericordia para el mundo.

Jesús le enseñó que cada llaga de su cuerpo es un manantial de amor y perdón. En sus apariciones, él animó a rezar y meditar en sus llagas, diciendo: “Mis llagas son el tesoro de los tesoros para las almas en el purgatorio” y “A través de mis llagas, pueden obtener todo lo que deseen”.

La Letanía de las Santas Llagas recoge esta invitación y la transforma en una oración estructurada que nos permite ofrecer nuestras peticiones y alabanzas mientras reflexionamos sobre el infinito amor de Jesús.

Estructura de la Letanía de las Santas Llagas

La letanía sigue un formato tradicional de invocaciones y respuestas. Cada frase nos lleva a contemplar un aspecto particular de las llagas de Jesús y su significado espiritual. Algunos ejemplos conmovedores incluyen:

  • Por la llaga de tu mano derecha, fuente de infinita misericordia,
    Sánanos, Señor.
  • Por la llaga de tu costado, abierta por la lanza como signo de tu amor,
    Llévanos a tu corazón.
  • Por las llagas de tus pies, que caminaron hacia el sacrificio por nuestra redención,
    Guían nuestros pasos hacia ti.

Estas invocaciones nos permiten recordar que cada llaga es un signo visible del amor insondable de Jesús, quien cargó con nuestros pecados para darnos la vida eterna.

Reflexionar sobre las Santas Llagas de Cristo

La contemplación de las Santas Llagas no solo nos acerca a Cristo, sino que también tiene un impacto transformador en nuestra vida espiritual. Entre los beneficios que podemos experimentar al rezar esta letanía se encuentran:

  • Sanación espiritual y emocional: Al meditar en el sacrificio de Jesús, encontramos consuelo y paz en medio de nuestras tribulaciones.
  • Aumento de la confianza en Dios: Las Santas Llagas son un recordatorio tangible del amor fiel de Jesús por cada uno de nosotros.
  • Fortaleza ante el sufrimiento: Nos enseñan a unir nuestras pruebas personales con el sacrificio redentor de Cristo, dándoles un significado más profundo.
  • Intercesión poderosa: Podemos ofrecer nuestras oraciones a través de las llagas de Jesús, confiando en que él nos escuchará.

Una Devoción para todos los tiempos

La Letanía de las Santas Llagas es especialmente apropiada en tiempos de Cuaresma, pero puede ser rezada en cualquier momento del año. Su mensaje es universal y atemporal: recordar el sacrificio de Cristo y confiar en la fuerza de su amor redentor.

Esta oración también tiene un poderoso aspecto comunitario. Al rezarla junto con otros fieles, fortalecemos nuestra unión como Cuerpo de Cristo y compartimos la esperanza que brota del misterio de la cruz.

Invitación final: contempla y reza con amor

Te invito a incorporar la Letanía de las Santas Llagas en tu vida de oración. Dedica unos momentos a reflexionar en cada invocación, dejando que el amor y la misericordia de Jesús transformen tu corazón.

Jesús te espera con sus llagas gloriosas, abiertas como puertas de esperanza y redención. Confía en su sacrificio, ofrece tus penas y alegrías a través de estas oraciones, y permite que la fuerza de su amor te guíe hacia una vida más plena y cercana a él.

¡Reza con fe, contempla las Santas Llagas y permite que el misterio de la cruz ilumine tu camino!

Letanía a las Santas Llagas:

Señor, ten piedad
Señor, ten piedad
Cristo, ten piedad

Cristo, ten piedad
Señor, ten piedad

Señor, ten piedad
Cristo, óyenos

Cristo, óyenos
Cristo, escúchanos

Cristo, escúchanos

Dios Padre celestial
Ten piedad de nosotros
Dios Hijo, Redentor del mundo

Ten piedad de nosotros
Dios Espíritu Santo

Ten piedad de nosotros
Santísima Trinidad, un solo Dios

Ten piedad de nosotros

Santísima Virgen María, Madre de los Dolores
Ruega por nosotros
Sierva de Dios, Sor Marta de Chambon

Ruega por nosotros

Las Llagas de Cristo y de María, fuente de la misericordia eterna
Curen las heridas de nuestras almas
Las Llagas de Cristo y María, Río de la Vida y la Gracia

Curen las heridas de nuestras almas
Las Llagas de Cristo y María, la propiciación por nuestros pecados

Curen las heridas de nuestras almas
Las Llagas de Cristo y de María, nuestro remedio divino y saludable

Curen las heridas de nuestras almas
Las Llagas de Cristo y de María, fuente de amor y de salvación
Curen las heridas de nuestras almas
Las Llagas de Cristo y María, tesoro inestimable de la gracia

Curen las heridas de nuestras almas
Las Llagas de Cristo y María, terror de los demonios

Curen las heridas de nuestras almas
Las Llagas de Cristo y María, que aplacáis la Justa Ira de Dios Padre

Curen las heridas de nuestras almas
Las Llagas de Cristo y María, que canceláis los Castigos Divinos

Curen las heridas de nuestras almas
Las Llagas de Cristo y María, que destruís los planes del demonio

Curen las heridas de nuestras almas
Las Llagas de Cristo y María, que suscitáis Santos y Mártires

Curen las heridas de nuestras almas
Las Llagas de Cristo y María, salvación de los pecadores

Curen las heridas de nuestras almas
Las Llagas de Cristo y de María, nuestra fuerza y protección

Curen las heridas de nuestras almas
Las Llagas de Cristo y María, reveladas a Sor Marta Chambon

Curen las heridas de nuestras almas
Las Llagas de Cristo y María, prenda de salvación

Curen las heridas de nuestras almas
Las Llagas de Cristo y María, que cambian el destino del mundo

Curen las heridas de nuestras almas
Las Llagas de Cristo y María, fortaliza en medio de la tentación

Curen las heridas de nuestras almas
Las Llagas de Cristo y de María, nuestra alegría y gozo

Curen las heridas de nuestras almas
Las Llagas de Cristo y de María, Secreto de amor y santidad

Curen las heridas de nuestras almas
Las Llagas de Cristo y María, salvación de las familias y de la Santa Iglesia

Curen las heridas de nuestras almas
Las Llagas de Cristo y María, fuerza de los Santos y valentía de los Mártires

Curen las heridas de nuestras almas
Las Llagas de Cristo y de María, consuelo de los moribundos

Curen las heridas de nuestras almas
Las Llagas de Cristo y María, el alivio para las almas del Purgatorio

Curen las heridas de nuestras almas
Las Llagas de Cristo y María, se reveladas en Jacareí

Curen las heridas de nuestras almas
Las Llagas de Cristo y María, devoción renovada en Jacareí

Curen las heridas de nuestras almas
Las Llagas de Cristo y María, devoción de los últimos tiempos

Curen las heridas de nuestras almas

Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo
Por Tus Santas Llagas, perdónanos, Señor
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo

Por Tus Santas Llagas, escúchanos, Señor
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo

Por Tus Santas Llagas, ¡Ten piedad de nosotros, Señor!

Santísima Virgen María Corredentora con el Redentor, por los Méritos Infinitos de Tus Místicas Llagas, ruega a Tu Hijo por nosotros.

Oremos
Oh Dios y Señor Nuestro, que a través de las Apariciones de Tu Hijo Jesucristo y de la Santísima Virgen María a la Sierva Sor Marta de Chambon, y las Apariciones de Jacareí, nos has revelado el ‘tesoro invaluable’ de las Santas Llagas de Tu Hijo y de las Místicas Llagas de María Santísima, Madre de Dios, concédenos que, en virtud y por estas mismas Llagas, seamos curados de nuestras heridas espirituales y temporales, y alcancemos la Gloria de la Salvación por Tu Virtud y Eficacia Eterna.
Amén.

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