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La Epifanía del Señor: Tradiciones de los Reyes Magos en España, América Latina y Europa

Querida familia:

Con el gozo de la Navidad aún vivo en nuestros corazones, nos acercamos a la celebración de la Epifanía del Señor, un momento especial en el que recordamos la visita de los sabios de Oriente al niño Jesús. El 6 de enero, día de los Reyes Magos, es una fiesta llena de significado espiritual y de hermosas tradiciones que unen a las familias y comunidades en España, América Latina y Europa.

Hoy quiero invitaros a reflexionar sobre el profundo mensaje de esta festividad y explorar las costumbres que la enriquecen en diferentes partes del mundo. Que esta reflexión nos ayude a redescubrir la belleza de la fe vivida en comunidad.

El significado de la Epifanía

La palabra «Epifanía» significa «manifestación», y este día celebramos la revelación de Jesús como el Salvador de todas las naciones. Los magos, guiados por una estrella, llegaron desde tierras lejanas para adorar al niño Jesús y ofrecerle regalos simbólicos: oro, reconociéndolo como Rey; incienso, proclamándolo como Dios; y mirra, anticipando su pasión y muerte redentora.

Estos sabios representan a toda la humanidad que busca a Dios y encuentra en Jesús la luz verdadera. Su viaje nos inspira a ser perseverantes en nuestra búsqueda espiritual y generosos en nuestra entrega a Cristo.

Tradiciones de la Epifanía en España

En España, la festividad de los Reyes Magos es una de las más esperadas del año, especialmente por los niños. La noche del 5 de enero, las ciudades y pueblos se llenan de magia con las tradicionales cabalgatas de los Reyes Magos. Estas procesiones, llenas de luces, música y carrozas decoradas, recrean la llegada de Melchor, Gaspar y Baltasar.

Los niños, con ilusión, escriben cartas a los Reyes pidiendo regalos y prometiendo portarse bien. Esa noche, colocan sus zapatos en un lugar visible y los acompañan con dulces o paja para los camellos. Al amanecer, encuentran los regalos que los Reyes les han dejado, recordándonos la alegría de dar y recibir con corazón generoso.

Otro elemento característico de esta celebración es el roscón de Reyes, un dulce tradicional en forma de corona adornado con frutas confitadas. En su interior se esconden una figura del niño Jesús y un haba; quien encuentra la figura es «coronado» como rey del día, y quien encuentra el haba, según la tradición, debe pagar el siguiente roscón.

En América Latina

En muchos países de América Latina, como México, Puerto Rico y la República Dominicana, la fiesta de los Reyes Magos tiene un carácter muy especial. En México, los niños también escriben cartas a los Reyes, a menudo atadas a globos que se lanzan al cielo como símbolo de esperanza.

La celebración incluye reuniones familiares en torno al roscón de Reyes, conocido como «rosca» en esta región. Además, en algunas comunidades se realizan representaciones de los magos visitando al niño Jesús, recreando así el Evangelio y transmitiendo la historia a las nuevas generaciones.

En Puerto Rico, la fiesta también está llena de tradiciones. Los niños recogen hierba fresca para los camellos y la colocan bajo sus camas, esperando recibir regalos. Es una ocasión para reafirmar la fe en Jesús y celebrar en comunidad.

En Europa

En otros países de Europa, la Epifanía también se celebra con gran devoción. En Italia, los niños esperan la visita de la Befana, una figura similar a los Reyes Magos que lleva dulces o carbón, según el comportamiento de los pequeños. Esta tradición se entrelaza con la llegada de los magos a Belén.

En Polonia, la festividad es conocida como «Trzech Króli» (Los Tres Reyes). Las familias participan en procesiones y bendicen sus hogares escribiendo en las puertas las iniciales de los Reyes Magos (K+M+B), pidiendo su protección durante el año.

La Epifanía, un llamado a la generosidad

Queridos hermanos y hermanas, la celebración de la Epifanía nos invita a ser como los Reyes Magos: buscadores incansables de la verdad y generosos en nuestra entrega a Cristo. Ellos ofrecieron lo mejor que tenían; también nosotros podemos ofrecer nuestro tiempo, talentos y amor al servicio de Dios y de los demás.

En esta fiesta, recordemos también que el regalo más grande que podemos dar es nuestra presencia y oración. Que al reunirnos en familia o comunidad, podamos compartir la alegría del Evangelio y llevar la luz de Cristo a quienes más lo necesitan.

Una oración final

Concluyamos esta reflexión con una oración que eleve nuestros corazones a Dios:

Señor Jesús, Luz de las naciones, que guiaste a los magos hasta tu pesebre con la luz de una estrella, guía también nuestros pasos hacia Ti. Ayúdanos a ofrecerte lo mejor de nosotros y a vivir siempre bajo tu amor y protección. Que María, tu madre, y San José intercedan por nosotros, y que la alegría de tu nacimiento renueve nuestro corazón.
Amén.

Con cariño y bendiciones,
Fernando A.M.
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