
Letanías a Todos los Santos: Un clamor de intercesión y veneración
Las Letanías de los Santos son una de las oraciones más antiguas y solemnes de la tradición cristiana. Este tipo de letanía es una súplica compuesta por una invocación a Dios, seguida de la intercesión de la Virgen María, los ángeles, los santos y otros personajes relevantes en la fe cristiana. Su propósito principal es solicitar protección, ayuda o gracia divina a través de la mediación de quienes han alcanzado la santidad y están en comunión con Dios.
¿Qué son las Letanías de los Santos?
Las Letanías de los Santos son una de las oraciones más antiguas y solemnes de la tradición cristiana. Este tipo de letanía es una súplica compuesta por una invocación a Dios, seguida de la intercesión de la Virgen María, los ángeles, los santos y otros personajes relevantes en la fe cristiana. Su propósito principal es solicitar protección, ayuda o gracia divina a través de la mediación de quienes han alcanzado la santidad y están en comunión con Dios.
El propósito principal de estas Letanías es pedir a los santos que intercedan por nosotros, que nos ayuden a vivir con virtud y nos protejan de las tentaciones y los peligros. Al invocar a todos los santos, pedimos la gracia de imitar sus virtudes y seguir el ejemplo de su vida. De esta forma, las Letanías a Todos los Santos nos ayudan a crecer espiritualmente, ya que nos muestran que la santidad es alcanzable para todos los creyentes.
Historia de las Letanías de todos los Santos
Se cree que estas letanías se originaron en los primeros siglos del cristianismo, cuando los fieles comenzaban a venerar a los mártires y santos como intercesores ante Dios. La práctica de recitar letanías se popularizó durante procesiones, vigilias y ceremonias especiales. Las Letanías de los Santos en su forma actual se remontan al siglo VII y se consolidaron en la liturgia de la Iglesia Católica durante el Concilio de Trento en el siglo XVI.
Estas letanías están profundamente arraigadas en la tradición de la Iglesia y son consideradas una de las más solemnes. Son especialmente usados en ocasiones significativas, como ordenaciones, consagraciones, procesiones, y particularmente durante la Vigilia Pascual y las ceremonias de canonización.
Características de las invocaciones a los Santos
- Estructura: Comienzan con invocaciones dirigidas a la Santísima Trinidad ya la Virgen María, seguidas de una lista de santos y beatos. Cada invocación incluye la respuesta «Ruega por nosotros» o «Intercede por nosotros». Finalizan con súplicas específicas y peticiones para la protección y guía divina.
- Flexibilidad: Aunque existe una forma oficial, las letanías pueden adaptarse, agregando santos específicos relacionados con la ocasión o la comunidad que las recita.
- Tono Solemne: Son oraciones profundamente meditativas y suelen cantarse o recitar en tono pausado, invitando a la reflexión y al reconocimiento espiritual.
La grandeza de la comunión de los santos
La comunión de los santos es uno de los pilares de nuestra fe cristiana. Es la creencia de que todos los miembros del Cuerpo de Cristo, tanto los vivos como los difuntos, están unidos en una misma fe y en la oración. Los santos, al haber alcanzado la gloria celestial, interceden por nosotros ante Dios, ayudándonos a fortalecer nuestra vida espiritual. A través de las Letanías a Todos los Santos, elevamos nuestra voz pidiendo su intercesión en nuestras necesidades y situaciones cotidianas.
Al rezar estas Letanías, recordamos que todos los santos son accesibles a través de nuestra oración. No importa si son santos conocidos como San Francisco de Asís, Santa Teresa de Ávila o San Juan Pablo II, o si se trata de aquellos santos menos conocidos que también vivieron vidas de santidad. Cada uno de ellos, con su ejemplo, nos muestra que la santidad es alcanzable por todos los cristianos.
¿Cuándo se rezan estas Letanías?
Estas letanías se recitan en momentos de gran importancia para la vida de la Iglesia y de los fieles. Algunos ejemplos incluyen:
- Bautizos: Especialmente en la Vigilia Pascual, se rezan durante la bendición de las aguas bautismales.
- Confirmaciones y Ordenaciones: Son parte de la invocación solemne antes de la imposición de manos.
- Consagraciones: Se incluyen en ritos de dedicación de iglesias, altares o consagración de vírgenes.
- Funerales: Como parte de la liturgia, en señal de súplica por el alma del difunto.
- Procesiones y Rogativas: En momentos de necesidad, calamidades o para pedir la intercesión de los santos.
Un enlace con la Comunión de los Santos
Rezar las Letanías de los Santos es una manera poderosa de expresar la fe en la comunión de los santos , esa conexión espiritual entre los fieles en la tierra, los santos en el cielo y las almas que esperan en el purgatorio. Es un recordatorio de que, como cristianos, formamos parte de una gran familia espiritual que trasciende el tiempo y el espacio.
Al invocar a los santos, reconocemos su vida ejemplar y les pedimos que intercedan por nosotros ante Dios, fortaleciendo nuestra fe y esperanza en el plan divino.

Letanía a todos los Santos:
Señor, ten piedad
Señor, ten piedad
Cristo, ten piedad
Cristo, ten piedad
Señor, ten piedad
Señor, ten piedad
Cristo, óyenos
Cristo, óyenos
Cristo, escúchanos
Cristo, escúchanos
Dios Padre celestial
Ten piedad de nosotros
Dios Hijo Redentor del mundo
Ten piedad de nosotros
Dios Espíritu Santo
Ten piedad de nosotros
Trinidad santa un solo Dios
Ten piedad de nosotros
Santa María,
Ruega por nosotros
Santa Madre de Dios
Ruega por nosotros
Santa Virgen de las vírgenes
Ruega por nosotros
San Miguel
Ruega por nosotros
San Gabriel
Ruega por nosotros
San Rafael
Ruega por nosotros
Todos los santos ángeles y arcángeles
Rogad por nosotros
Todos los santos coros de los espíritus bienaventurados
Rogad por nosotros
San Juan Bautista
Ruega por nosotros
San José
Ruega por nosotros
Todos los santos patriarcas y profetas
Rogad por nosotros
San Pedro
Ruega por nosotros
San Pablo
Ruega por nosotros
San Andrés
Ruega por nosotros
San Juan
Ruega por nosotros
Santo Tomás
Ruega por nosotros
Santiago
Ruega por nosotros
San Felipe
Ruega por nosotros
San Bartolomé
Ruega por nosotros
San Mateo
Ruega por nosotros
San Simón
Ruega por nosotros
San Tadeo
Ruega por nosotros
San Matías
Ruega por nosotros
San Bernabé
Ruega por nosotros
San Lucas
Ruega por nosotros
San Marcos
Ruega por nosotros
Todos los santos apóstoles y evangelistas
Rogad por nosotros
Todos los santos discípulos del Señor
Rogad por nosotros
Todos los santos inocentes
Rogad por nosotros
San Esteban
Ruega por nosotros
San Lorenzo
Ruega por nosotros
San Vicente
Ruega por nosotros
San Fabián y San Sebastián
Rogad por nosotros
San Juan y San Pablo
Rogad por nosotros
San Cosme y San Damián
Rogad por nosotros
San Gervasio y San Protasio
Rogad por nosotros
Todos los santos mártires
Rogad por nosotros
San Silvestre
Ruega por nosotros
San Gregorio
Ruega por nosotros
San Ambrosio
Ruega por nosotros
San Agustín
Ruega por nosotros
San Jerónimo
Ruega por nosotros
San Martín
Ruega por nosotros
San Nicolás
Ruega por nosotros
Todos los santos obispos y confesores
Rogad por nosotros
Todos los santos doctores
Rogad por nosotros
San Antonio
Ruega por nosotros
San Benito
Ruega por nosotros
San Bernardo
Ruega por nosotros
Santo Doming
Ruega por nosotros
San Francisco
Ruega por nosotros
Todos los santos sacerdotes y levitas
Rogad por nosotros
Todos los santos monjes y ermitaños
Rogad por nosotros
Santa María Magdalena
Ruega por nosotros
Santa Agueda
Ruega por nosotros
Santa Lucía
Ruega por nosotros
Santa Inés
Ruega por nosotros
Santa Cecilia
Ruega por nosotros
Santa Catalina
Ruega por nosotros
Santa Anastasia
Ruega por nosotros
Todas las santas vírgenes y viudas
Rogad por nosotros
Todos los santos y santas de Dios
Interceded por nosotros
Muéstratenos propicio
Perdónanos, Señor
Muéstratenos propicio
Escúchanos, Señor
De todo mal
Líbranos, Señor
De todo pecado
Líbranos, Señor
De tu ira
Líbranos, Señor
De la muerte súbita e imprevista
Líbranos, Señor
De las asechanzas del demonio
Líbranos, Señor
De la cólera, del odio y de toda mala intención
Líbranos, Señor
Del espíritu de fornicación
Líbranos, Señor
Del rayo y de la tempestad
Líbranos, Señor
Del azote de los terremotos
Líbranos, Señor
De la peste, del hambre y de la guerra
Líbranos, Señor
De la muerte eterna
Líbranos, Señor
Por el misterio de tu santa encarnación
Líbranos, Señor
Por tu venida
Líbranos, Señor
Por tu natividad
Líbranos, Señor
Por tu bautismo y santo ayuno
Líbranos, Señor
Por tu cruz y tu pasión
Líbranos, Señor
Por tu muerte y sepultura
Líbranos, Señor
Por tu santa resurrección
Líbranos, Señor
Por tu admirable ascensión
Líbranos, Señor
Por la venida del Espíritu Santo, nuestro Consolador
Líbranos, Señor
En el día del juicio
Líbranos, Señor
Nosotros, pecadores, te rogamos que nos oigas
que nos perdones,
Nosotros, pecadores, te rogamos que nos oigas
que nos seas indulgente,
Nosotros, pecadores, te rogamos que nos oigas
que te dignes conducirnos a verdadera penitencia,
Nosotros, pecadores, te rogamos que nos oigas
que te dignes regir y gobernar tu santa Iglesia,
Nosotros, pecadores, te rogamos que nos oigas
que te dignes conservar en tu santa religión al Sumo Pontífice y a todos los órdenes de la jerarquía eclesiástica,
Nosotros, pecadores, te rogamos que nos oigas
que te dignes abatir a los enemigos de la santa Iglesia,
Nosotros, pecadores, te rogamos que nos oigas
que te dignes conceder a los reyes y príncipes cristianos la paz y la verdadera concordia,
Nosotros, pecadores, te rogamos que nos oigas
que te dignes conceder la paz y la unión a todo el pueblo cristiano,
Nosotros, pecadores, te rogamos que nos oigas
que te dignes devolver a la unidad de la Iglesia a los que viven en el error, y traer a la luz del Evangelio a todos los infieles,
Nosotros, pecadores, te rogamos que nos oigas
que te dignes fortalecernos y conservarnos en tu santo servicio,
Nosotros, pecadores, te rogamos que nos oigas
que levantes nuestro espíritu al deseo de las cosas celestiales,
Nosotros, pecadores, te rogamos que nos oigas
que concedas a todos nuestros bienhechores la recompensa de los bienes eternos,
Nosotros, pecadores, te rogamos que nos oigas
que libres nuestras almas, las de nuestros hermanos, parientes y bienhechores, de la condenación eterna,
Nosotros, pecadores, te rogamos que nos oigas
que te dignes darnos y conservar las cosechas de la tierra,
Nosotros, pecadores, te rogamos que nos oigas
que te dignes conceder el descanso eterno a todos los fieles difuntos,
Nosotros, pecadores, te rogamos que nos oigas
que te dignes escucharnos, Hijo de Dios.
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo
Perdónanos, Señor.
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo
Escúchanos, Señor.
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo
Ten piedad de nosotros.
Cristo, óyenos
Cristo, óyenos
Cristo, escúchanos
Cristo, escúchanos
Cristo, ten piedad de nosotros
Cristo, ten piedad de nosotros
Señor, ten piedad de nosotros
Señor, ten piedad de nosotros
Concluir con un Padrenuestro.
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